martes, 9 de marzo de 2010

Comunismo vs Capitalismo

Los conocidos como “mamertos” (término muy colombiano pero aplicable a algunos países latinoamericanos) son los partidarios del socialismo de la “línea dura”, dogmáticos, sectarios y de posiciones radicales. En algunos países latinoamericanos, los miembros de este tipo de socialismo recalcitrante, tienen una larga trayectoria de colaboración, muchas veces “oportunista” con otros partidos y/o gobiernos “reformistas” y “burgueses”. Siempre sospechan de quienes estén en contra de sus rancias doctrinas, se guardan información para ellos así esta sea de utilidad común, se ciñen siempre a las doctrinas soviéticas del siglo 20 con igual retórica. Les gusta sabotear las iniciativas del gobierno de turno, ya que nunca están de acuerdo con nada que éste último proponga. Sin duda las sociedades capitalistas, aunque también imperfectas, están más cerca de cumplir los ideales de humanismo que el infausto comunismo Marxista-Leninista del siglo pasado.


En el capitalismo, con todos sus defectos se respira libertad, así sea relativa; no en vano, Noam Chomsky anda a sus anchas por la academia “Yanki”, mientras que los disidentes de los sistemas comunistas como actualmente son Venezuela y Cuba languidecen en las cárceles del Marxismo. Es por eso que cuando un cubano ve un neumático, enseguida siente esas ganas irresistibles de escapar del “paraíso” de Fidel.

El capitalismo, claro, no es todo un jardín de rosas: hay ambición, avaricia, competencia desigual, lucha por el espacio, afán por el éxito y codicia sin freno. Los ricos tienen oportunidades que no tienen los pobres, pero en el comunismo, solo hay pobres. En el capitalismo, de pronto la riqueza está mal repartida, pero en el comunismo, la pobreza y la miseria están milimétricamente repartidas, si trabajas o te esfuerzas más, de todas formas vas a ganar el mismo salario indigno; esta última es la razón por la que los sistemas comunistas nunca han tenido precisamente las mejores industrias ni la mejor tecnología, porque a nadie le interesa ser cada vez mejor, ¿Para qué??

La juventud, es normal, se siente atraída por ese halo místico del socialismo, de la igualdad y la justicia social. Ese socialismo atrae a hombres y jóvenes de buena voluntad. Esta faceta permitió al Ché Guevara remplazar a Jesús en las paredes de los seminaristas educados en el evangelio en los años 60 en medio de la efervescencia de los movimientos libertarios de una época crítica, en la que las dictaduras militares pululaban en España y Latinoamérica (Odría en Perú, Somoza en Nicaragua, Castillo-Armas en Guatemala, Trujillo en república Dominicana, Batista en Cuba, Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia y por supuesto Franco en España). El carisma del Ché, el deseo de justicia y solidaridad que aparentaba permitió consagrarlo como Santón de una nueva caridad, hasta que se hicieron visibles facetas menos amables de su personalidad, como el famoso Dr. Kevorkian, y sus virtudes se equilibraron con su crueldad, tiranía y radicalismo, con un anormal instinto justiciero como Robespierre y un narcisismo patológico.

Muchos de mi generación, inmediatamente posterior al Hippismo y al nadaísmo, idealizamos a personajes como el Ché, y Fidel Castro, y en su nombre nos hicimos de la vista gorda ante las lacras del socialismo real, hasta que fue imposible justificarlas como simples defectos de una teoría joven. Luego vinieron la perplejidad y el desencanto, una larga crónica de crímenes contra el espíritu y la libertad humanas, y el retorno intelectual al liberalismo burgués: De dos males, el menor. Y por fin apareció un Gorbachov, quien reconociendo la farsa y crueldad de su sistema, lo desmanteló, y la luz volvió a Rusia y a la Europa del Este.

Los esfuerzos por reconstruir los ideales del comunismo a un proyecto razonable, aparte de la barbarie bolchevique y su anarquismo atilesco, por construir una izquierda civilizada, inteligente y decente, son hoy una frustración, por lo menos en Colombia. La izquierda en Colombia sobrevive a sí misma, siempre errática, sin debate autocrítico, proclive a la fragmentación, anclada en el odioso conservadurismo de la ortodoxia Leninista.

Por eso en Colombia, la mayoría estamos tristes por la imposibilidad de reelegir a Álvaro Uribe en la presidencia. Difícilmente en Colombia habrá un presidente igual, un auténtico demócrata, un verdadero estadista. Durante sus 8 años de gestión, Colombia avanzó como 16, porque además es un adicto al trabajo, perfeccionista y honesto consigo mismo. Afortunadamente, su legado ha hecho que la izquierda en Colombia no tenga posibilidades reales de llegar al poder, porque a los colombianos de bien, nos aterra la idea de estar bajo el yugo de un tirano comunista retrógrado com Hugo Chávez y sufrir todo lo que sufre nuestro hermano pueblo de Venezuela.

Sin embargo, todavía en Colombia hay muchos “mamertos”, o sea, idiotas útiles que todavía creen que la solución a los problemas es el comunismo del siglo pasado, los que quieren un estado paternalista por su propia incapacidad, los que atribuyen todos sus males y carencias al gobierno de turno, los que justifican los actos como robo, extorsión, secuestro con el pretexto de la pobreza y la injusticia social, los que sueñan con utopías de igualdad absoluta que no existe ni en las mayores potencias del mundo, los que no cambian la misma perorata refrita de discurso antiyanqui y falso nacionalismo, los apátridas que traicionan a su patria y le hacen mala fama a su país en el exterior. En Colombia, los mamertos se asocian en organizaciones como: guerrillas narcoterroristas, grupos como el "Polo Democrático alternativo" y “colombianos por la paz" y periodistas como Daniel Coronell, Ma Ximena Dussan, Félix de Bedout, Carlos Lozano, Claudia López y otras "joyitas".

Y, el que tenga oídos, que oiga.

Saludos

El Caminante

3 comentarios:

  1. MUY BUEN RETRATO DE NUESTRA REALIDAD, DE LO QUE SE VIVE EN VENEZUELA

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  2. Que asco,anda a decirle esto al chico que se caga de hambre al lado de mi casa, al que quiere estudiar pero no puede porque el precio que implica estudiar en una universidad "publica" tiene ademas muchos otros precios.El capitalismo vende lo que le conviene,es todo mentira Vos , cuantos autos tenes? dos? ...o no tenes ninguno ? ,mienten , vivimos en una mentira , a que mierda se le llama "igualdad de oportunidades"? ,si vos no sos de esos que tienen dos o cuatro autos en tu cochera , nunca los vas a tener , por que es una mentira , porque tambien te vas a enforzar y no vas a llegar , porque la libertad y la eleccion de elegir SON SIEMPRE PARA LOS MISMOS ,gracias.
    Igual los entiendo ,pero hay muchas caras,muchisimas...

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  3. Hay que ver tu cara…
    Otro genio que va en contra del capitalismo.
    Dime ¿acaso tienes TÚ una solución mejor?
    Otro caso de la estupidez humana: el crítico hipócrita que solo se queja de lo que los otros piensan y no da una solución (a no ser que sea el comunismo).
    Vete a vivir a China o mejor a Venezuela para que me cuentes que tal la pasas en esas patrias edénicas.
    Deja de quejarte de cuantos carros tiene el otro, cuando seguro tienes un lindo portátil Mac con el que escribiste tu comentario.
    En este caso yo te doy una solución: el ascetismo en Tanzania, donde vivas rodeado de animalitos y soledad para no tener que leer tus absurdas réplicas sobre política. ¡ABRE LOS OJOS!: eso del chico al lado de tu casa se llama MISERIA HUMANA. Miseria que se vive tanto en occidente como en oriente, no es cuestión de política o de oportunidades. Esa es la naturaleza humana.
    ¿Has pensado regalarle un libro?
    Seguro que le viene mucho mejor que el hecho de que tú lo tomes para tan banal ejemplo.

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